El pasado viernes el Ayuntamiento de Caspe entregó los premios a los cinco primeros equipos que han completado «Los trece de Caspe», una saludable iniciativa de la Oficina de Turismo local que consiste en visitar los trece vértices geodésicos o pilones diseminados por el término municipal. La propuesta ha sido muy bien acogida porque nos consta que, al margen de los cinco que ya la han completado, hay varios equipos que todavía la están llevando a cabo.
Recordemos que los pilones, emplazados por el Instituto Geográfico Nacional, indican la posición exacta de ese punto y la altura del mismo sobre el nivel del mar. Hay más de 11.000 en España formando una red triangular de medición del territorio. Siempre se presentan sobre un pedestal de hormigón que termina en un cilindro de 1,20 m (por eso, por su forma, en Aragón los llamamos pilones). Sobre el pilón se coloca el instrumental topográfico con el que realizar la medición del territorio. Se encuentran en lugares altos desde los que -casi siempre- se divisan grandes extensiones de terreno y desde donde normalmente pueden divisarse otros vértices.
Visitar los vértices geodésicos es una maravillosa excusa para salir al monte, hacer algo de ejercicio, alejarnos de la Covid 19 y oxigenar la mente. Y de paso, conocer nuestro entorno. Eso es lo que hicimos un grupo de amigos el pasado domingo: echarnos al monte, explorar las inmediaciones de un par de pilones ubicados en el término de Fraga, y visitar uno de los lugares más emblemáticos de nuestro alrededor: el Balcón de Valdurrios, donde pueden contemplarse las mejores vistas del término municipal de Caspe.
El Balcón es un lugar solo conocido por cazadores, excursionistas y amantes de la naturaleza. Quizá ustedes hayan oído hablar de él pero no sepan cómo llegar. Lo cierto es que si se dispone de un coche un poco alto (no hace falta que sea un 4×4) se puede acceder hasta «el mirador», aunque no al vértice geodésico porque los últimos metros del camino son un camino de cabras.
Una opción es subir hasta las planas que dan acceso a El Balcón de Valdurrios por los dos caminos principales que nos llevan hasta allí desde el refugio de los Monteros: el camino de Valdealoras o el del Espartal. Pero el camino es un tanto tortuoso. Otra posibilidad es subir por la carretera de Candasnos, dejar los coches cerca del vértice Punta del Sable y desde allí andar hasta el Balcón. Es la elección menos exigente para vehículos convencionales y la menos complicada en cuanto a cruces, aunque deberemos andar 12 kilómetros. Es la que nosotros escogimos, así que por si se animan, ahí les dejo las indicaciones.
CÓMO LLEGAR AL BALCÓN DE VALDURRIOS DESDE CASPE (por la carretera de Candasnos). Ruta senderista desde el vértice geodésico Punta del Sable (393 metros de altitud) y el vértice El Balcón (367 m.), ambos enclavados en el término municipal de Fraga aunque cercanos al de Caspe.
Saliendo desde la Ciudad del Compromiso tomaremos el cruce de la carretera A-230 con la A-2410 (hacia Candasnos y Peñalba). Doy las indicaciones desde ahí (por tanto, es imprescindible poner el cuenta kilómetros a cero en ese cruce).
A los nueve kilómetros del cruce giramos hacia la derecha (unos 500 metros después del cartel SAT San Isidro). Vamos por una buena pista sin asfaltar, por la cual seguiremos sin desviarnos durante 6,5 kilómetros, hasta llegar a un ceda el paso y una torre frente a nosotros. Ahí tenemos el primer cruce: giramos a la derecha.
Quinientos metros después nos encontramos un cruce de tres caminos. Volvemos a tomar derecha.
Setecientos metros más adelante llegaremos al que los mapas llaman «Mas de Panocho». Ahí giramos a la izquierda y estamos atentos porque nuestra meta está 500 metros más adelante, en una entrada a la derecha que casi no se ve. Nos metemos ligeramente en ese camino donde dejaremos el coche. Comenzamos la andada por un camino un tanto cerrado en el que los pinos y matorrales se nos echan encima por momentos. Tras andar 400 metros llegamos al vértice Punta del Sable.
Seguimos el camino, bajamos la cuesta sin perder las espectaculares vistas del pinar (estamos dejando atrás las planas y ante nosotros se abre un maravilloso paisaje donde predominan el pino carrasco y los matorrales). En la intersección tomamos el camino frente a nosotros y 150 metros después el de la derecha.
Y ya no hay más cruces (salvo un caminete a la derecha que no tomamos) hasta el kilómetro 5,400. Ahí tenemos dos opciones: si seguimos recto llegaremos a una pequeña explanada que es donde paran los coches que se adentran hasta el balcón, «el mirador». Pero si elegimos girar a la derecha nos adentramos en un mal camino que nos llevará hasta el vértice geodésico El Balcón tras 600 metros de caminata.
Como ven en las imágenes, y apreciarán mucho mejor si van hasta allí, las vistas de los meandros del río Ebro a su paso por el término de Caspe son de concurso.
Para volver al coche debemos volver sobre nuestros pasos. En suma, una chulada de ruta que puede hacerse con pequeños sin problema, siempre y cuando sean capaces de andar 12 kilómetros.
Y si tenemos suerte, veremos algún ciervo por el camino.