Eran las 10:20 de la mañana del sábado 4 de diciembre de 1949 cuando el guardia Antonio Moreno Latorre, de 29 años, natural de Monreal del Campo, hijo de Costancio y Juana y casado con Pilar Lorente, se dejaba la vida de manera trágica dentro de las instalaciones de la nueva casa cuartel de Caspe, lugar en el que trabajaba y residía.
En su partida de defunción se anotó que el número de la Guardia Civil perdió la vida «a consecuencia de heridas producidas por arma de fuego». Poco después, el cadáver fue inhumado en el Cementerio de Caspe, donde todavía sigue.
¿En qué circunstancias concretas se produjo el fallecimiento? ¿Se trató de una muerte accidental o, por el contrario, sucedió algo que no transcendió tras los muros de la casa cuartel de Caspe? Por el momento, nos quedaremos con la duda.